Las fiestas son una manifestación de la vida cultural del pueblo, expresión material de las creencias y reflejan el pasado histórico del grupo social. Están relacionadas con los ciclos anuales de la agricultura (las temporadas de lluvias, frío, calor) de la caza y de la vida de los individuos.
Las fiestas son muestra del pensamiento, de la concepción del hombre y su mundo. Están vinculadas con los ritos religiosos de aseguramiento de la economía familiar, el bienestar y la vida cotidiana.
En las fiestas se mezclan diversos elementos populares como la música, el canto, la danza, las ceremonias religiosas, adornos, disfraces, artesanías, comidas y bebidas. Tienen un arraigo en la población porque son motivo de recreación y esparcimiento.
Aparte de su valor cultural y artístico, constituyen un medio de cohesión e identidad entre los miembros del grupo social, son el eje de la organización ceremonial que se establece alrededor de los santos.
Igualmente constituyen una de las formas de transmisión de los valores que fortalecen la conciencia del grupo frente a las fuerzas desintegradoras del mundo contemporáneo. Las fiestas dan a conocer los valores de los pueblos, de alguna forma tienden a impulsar y conservar las expresiones culturales de determinado grupo.
Las fiestas decembrinas están ligadas con dos ciclos naturales: El solsticio de invierno o “nacimiento” del sol (“El portalito” o “La casita”) y la renovación de la flora (“La rama”).
En el caso de la navidad, la rama, las posadas, el nacimiento, el portal, las pastorelas son representaciones de la tradición cristiana de la llegada del niño-dios, el renacimiento del sol después de que transcurre el día más corto del año. Estas fiestas, representaciones, peregrinaciones, se complementan con otras expresiones como el árbol de navidad, la flor de Nochebuena, la piñata, el pavo o guajolote, el viejo, los reyes magos y la culminación de la navidad jarocha, la presentación del niño en el templo (la Candelaria o bendición de las velas).
La creencia de los pueblos antiguos es que la renovación de la flora se facilitará si lo poco que permanece verde en invierno es venerado: el pino el algunas regiones y distintos árboles según el área geográfica.
Se considera que los árboles nos darán frutos si los decoramos con imitaciones de aquellos, por eso las esferas y los farolitos y la serpentina que representa a la vid (la uva) que piden a las “ramas” responder en primavera con la misma prodigalidad con las que ahora las veneramos.
Por eso la veneración y colocación del arbolito de navidad y su decoración con las esferas o frutos que queremos para el siguiente ciclo, para el siguiente año y en nuestra región, por eso el paseo de las “ramas”.
El árbol o las ramas de navidad no son solo una costumbre anglosajona o europea, encuentra su equivalente en todos los pueblos cuando estos alcanzan el estadio de la agricultura. En nuestro país hay que considerar el árbol de la vida representado por los Choles, la veneración de la Ceiba por los Olmecas y Mayas y en Veracruz, la ceremonia Totonaca del palo de los voladores de Papantla. En nuestra región se usa una rama del árbol de “paraíso” que en diciembre nos ofrece su flor morada que es un adorno natural.
El portal tiene su origen en las misas de aguinaldo en las que los feligreses escenificaban del 16 al 24 de diciembre el peregrinar de San José y María, de Nazareth a Belén y que se llevaban a cabo en los atrios de las iglesias, pasando esto posteriormente a representarse ya en pequeño en casas particulares, lo que dio lugar al “nacimiento” y al “portalito” o “casita”, tradición que fue abrazada por la población como ritual de cohesión familiar y social.
En nuestra nación la navidad tomó fuerza porque el nacimiento de Cristo se celebra en las mismas fechas que el nacimiento de Huitzilopochtli, por consiguiente, la celebración es una fusión de la tradición europea-española y la indígena mexicana.
Es decir, diferentes formas de celebrar la terminación de un ciclo y el inicio de otro, están relacionadas y expresan en varias formas el sincretismo de nuestra cultura. Manifiestan como nuestro pueblo rasgos y creencias que son el resultado de varias influencias.
Con el final del año y el festejo del inicio de otro ciclo, asociado con la navidad, se presentan distintas fiestas, costumbres y ceremonias. En el sur del estado, la celebración se inicia desde el 16 de diciembre con el paseo de “la rama”, continúa con “el portalito” que va del 24 al 30, llega al 31 (último día del año) con el paseo y la quema del “viejo”, sigue el portal que culmina el 6 de enero con la epifanía o llegada de los reyes magos. La rama o el portal se depositan o guardan, para volver a aparecer el 2 de febrero con la celebración de la Candelaria.
Los paseos de la rama y al portalito se acompañan con música de jarana. Para sacar una rama, se reúne un grupo de amigos y familias; en el sur de Veracruz, preferentemente se consigue una rama de árbol de paraíso, aunque también puede emplearse una rama del árbol de naranja u otros. El árbol de paraíso tiene una florecita moradita muy exquisita que es un adorno natural, este se complementa con cadenetas de papel de china, la colocación de farolitos que pueden ser de papel y preferentemente de naranja amateca, fruto al que se le hace un corte horizontal en la parte superior, se saca la pulpa, coloca al interior una vela y se cuelga con alambre u otro material en las ramas del árbol de paraíso; se emplea esta naranja, porque tiene la cascara gruesa, que permite colocar el hilo o alambre que posibilita que se le pueda colgar. El decorado de la rama puede enriquecerse con serpentina, heno o paxtle, globos u otros adornos,
El empleo y decorado de la rama depende de la flora de la región, ya que por ejemplo: en Acayucan por el rumbo de San Ángel y Corral Nuevo se emplean ramas de Cuajilote que se seca y se despoja de sus espinas y es compuesta con algodón, heno (o “apaiste” como es conocido por el lugar) y en Tlacotalpan es tradicional el virsúchil, arbusto al que también se le llama “Rosalía”.
Las jaranas, la leona. el requinto y el pandero y hasta corcholatas aplastadas ensartadas en un alambre, acompañan a la rama y al grupo de personas que van de casa en casa deseando parabienes y solicitando “´posada” y “aguinaldo”. Los participantes de la rama, cantan versos alusivos a la tradición cristiana del nacimiento de Jesús, el peregrinar de José y María, la llegada de los reyes magos, etc.
Los versos son hexasílabos, que siguen el esquema de la copla (estrofa de cuatro versos asonantes, donde el primero con el tercero son sin rima y el segundo con el cuarto, son rimados) pueden ser sueltos o encadenados, son enunciados por la voz principal o pregón y con respondidos por el coro que forman los integrantes de la rama con el estribillo:
Naranjas y limas
Limas y limones
Más linda es la virgen
Que todas las flores.
Como ya indicamos, los versos pueden ser sueltos o encadenados, según el repertorio de los cantadores.
Ejemplo de cuartetas sueltas:
Alabando a dios
En primer lugar
Si me da licencia
Para comenzar.
Alabando a dios
Quítense el sombrero
Porque en esta casa
Vive un caballero.
Vive un caballero
Vive un general
Si me da licencia
Para comenzar.
Salgan a la puerta
Verán que bonito
Verán a la rama
Con su farolitos.
Aquí está la rama
Con gusto y unión
Guardando los cantos
Y la tradición.
A las buenas noches
Queridos amigos
Aquí está la rama
Que les prometimos.
Ejemplo de cuartetas encadenadas son:
Despierten señores
Y enciendan la luz
Que vengo a avisarles
Que nació Jesús.
Que nació Jesús
Y está en el portal
Le cubre la paja
Y un pobre pañal.
En pobre pañal
Lo envuelve María
Su amorosa madre
Llena de alegría.
Llena de alegría
Mira al redentor
Lo presenta al mundo
Con himno de amor.
Después de estos versos de cuarteta, se continúa con las “justicias” que son décimas octosílabas declamadas de motivo religioso, alusivas también al peregrinar de José y María, la persecución de Herodes, llegada de los reyes magos, etc. precedidas por un preámbulo instrumental que es detenido por el grito del pregonero, diciendo los dos primeros versos de la décima y una vez silenciados los instrumentos, recita la décima completa
BUENO EL GALLO QUE CANTÓ
DANDO AVISO AL MUNDO ENTERO
Que había nacido el cordero
Diciendo Cristo nació
Si este de alegría cantó
Pues los hombres que serían
Al ver que mero venía
Jesucristo al mundo pues
Y por eso digo que es
Noche de mucha alegría.
QUE ALEGRES LOS PAJARITOS
TODOS CANTAN A UNA PAR
Diciendo que en el portal
Ha nacido Jesucristo
Vengan pues los pastorcitos
Y nos den su eterna luz
Los reyes y sus manflús
Del oriente tres vinieron
Y todos ya se rindieron
Porque ya nació Jesús.
Enseguida de las “justicias” se toca inmediatamente un Son, acostumbrándose con mayor regularidad el “siquisirí”; en este bailan los integrantes del grupo y también pueden hacerlo los moradores de la casa. El son puede cambiar de acuerdo del gusto de los jaraneros o a solicitud de alguno de los presentes.
Una vez que se abren las puertas del domicilio o lugar, los integrantes de la rama son obsequiados con comida que se prepara por esas fechas (hojuelas con miel, tamales, buñuelos, etc, y (o) bebidas como ponche o alcohol y también se da el “aguinaldo” en dinero que será repartido entre los participantes de la parranda al final de la jornada.
Al retirarse del domicilio en el que fueron recibidos, se cantan versos de agradecimiento y despedida
Ya se va la rama
Muy agradecida
Porque en esta casa
Fue bien recibida.
Ya nos despedimos
Porque ya nos vamos
Y a usted compañero
Las gracias le damos.
Ya nos despedimos
Al pie de la cruz
Hasta el venidero
Si dios da salud.
Denme mi aguinaldo
Si me lo han de dar
Que la noche es corta
Y tenemos que andar.
Denme mi aguinaldo
Por amor de un tren
Que no somos muchos
No’mas somos cien.
Si los moradores de la casa no abren sus puertas para recibir a la rama o al portal, se pueden cantar versos ofensivos del tipo de los siguientes y otros no tan recomendables para publicar, pero que son fáciles de imaginar
Ya se va la rama
Muy desconsolada
Porque en esta casa
No le dieron nada.
Ya se va la rama
Con muchos faroles
Porque en esta casa
Comieron frijoles.
Ya se va la rama
Por todo el alambre
Porque en esta casa
Están muertos de hambre.
Los versos cambian de acuerdo al periodo que se está cubriendo, cuando corresponde a la rama, los versos de despedida dicen: “Ya se va la rama…” y cuando le toca al portal: “Ya se va el portal…” el estribillo también es diferente de acuerdo al periodo, para la rama es:
Naranjas y limas
Limas y limones
Más linda es la virgen
Que todas las flores.
Pudiéndose emplear también:
Ya vienen las pascuas
Ya vienen llegando
Por eso nosotros
Alegres cantando.
Un ejemplo para año nuevo:
Toquen los maitines
Ya los van tocando
Pascuas de año nuevo
Les venimos dando.
Finalizando la navidad jarocha con los alusivos a la Candelaria:
Naranjas y limas
Limas limonarias
Estas son las pascuas
De la Candelaria.
La rama y el portalito son el vehículo para compartir el fin de año y brindarse buenos deseos para el siguiente, para convivir, por lo tanto, los grupos permanecerán en cada una de las casas dependiendo de la amistad que mantengan con los anfitriones y según sean atendidos. En algunos lugares, el salir con la rama se le llama “parranda” y los viejos jaraneros refieren que ellos agarraban una parranda que comenzaba a mediados de diciembre y podía terminar hasta el otro año, sin que supieran (y tampoco importaba mucho) a dónde irían a terminar.
Gracias al trabajo del movimiento jaranero, se ha producido un renacimiento del son jarocho y de esta forma, las tradiciones veracruzanas de la rama y el portalito se han fortalecido, pues son practicadas y promovidas por los grupos jaraneros y escuelas y ayuntamientos también se han sumado.
Pie de foto:
La rama descansando atrás. Noé González Molina, Genaro González García, Juan Meléndez, Marcelo González, Lupe Cazarín y Emilio Herrera. Diciembre 1994.